
Escrita para formar parte de la serie Quick Reads (Lecturas Rápidas) —una iniciativa lanzada con el fin de fomentar el hábito de lectura entre los adultos—, La apuesta se transformó en un inesperado y masivo éxito de ventas en Inglaterra.
Bienvenidos a un libro-blog de franqueza literaria,
es decir, un universo paralelo personal, único e intransferible.
Aquí todo es lícito, y podemos observar tramas anímicas que pueden amamantar monstruos y palabras entrelazadas que pueden convertirnos en un instante en fetichistas emocionales.
Así es el blog de Awi, la niña de las naranjas, un blog sincero con cierto regusto a ternura porno: imagen hemoglobínica con textura física aparentemente frágil, donde las letras son puñetazos, en un caos de sentimientos enfrentados entre pulsiones de vida y pulsiones de muerte.
Preguntas que a Leo le cuesta responder, pero que le acercan al mundo de los adultos. Además, Leo tiene un enemigo: el color blanco. Porque para Leo todas las emociones tienen un color, y el blanco es la ausencia, la soledad y la pérdida, el rojo, en cambio, es el color del amor, la pasión, la sangre; rojo es el color de los cabellos de Beatrice.
Leo ahora ya tiene un sueño, y se llama Beatrice. Cuando Leo descubre que Beatrice está enferma y que su enfermedad está relacionada con ese blanco que tanto le asusta, deberá buscar dentro de sí mismo, para entender que los sueños no tienen fin y que siempre hay que encontrar el coraje para creer en algo más grande.